Tengo aquí a una vecina que es una guarra señores, y hoy lo he comprobado en mis carnes de una manera bastante intensa. Resulta que tenía que ir a su casa para hablar sobre unos temas del vecindario y lo mejor ha sido cuando estaba allí, que la muy guarra me ha ofrecido un café y después sexo con su hija. Cuando lo he escuchado no me lo podía creer, pero supongo que serán las cosas que hacen algunas salidas, algunas mujeres que son unas depravadas sexualmente y que van buscando presas fáciles como yo, que me vuelven loco un par de pechos bien puestos y una cara bonita. Al final me la he follado a los dos y he dado lo mejor de mí, para que las guarras pudieran gozar de lo que es una follada de verdad, una polla destrozándoles el coño sin piedad alguna.