Susana llegó a España hace un par de meses. Tiene 21 añitos, y gracias a su carita dulce consiguió trabajo de comercial a pie de calle. Pero quería ganar más dinero, así que propuso a sus jefes hacerles un baile desnuda. En realidad, lo del aumento de sueldo sólo era una excusa: como no conoce a nadie en España quería dar rienda suelta a su mente más cochina y que la vieran un par de tíos. Se quedó contenta. Y ellos, mucho más.