Cuando les cuento mi última hazaña a mis amigos parece que no se lo terminan de creer y la verdad es que no les puedo culpar porque a veces lo pienso ahora que han pasado un par de días y casi que no me lo creo ni yo. Con lo difícil que está follar en estos tiempos revueltos con una chica, imagínate hacer un trío. Ahora si es difícil hacer un trío, imagínate hacerlo con la madre e hija en la misma follada, llegar a casa tirarte a las dos con premeditación y alevosía. Es algo que es difícil de creer. ¡Pero ha pasado, tengo fotos que lo demuestran! A decir verdad lo de follarme a la propia madre de la chica ha sido algo más fetichista, morboso, que el hecho de disfrutar con su cuerpo, pero bueno, al final resulta que ha ido más que bien y he dejado satisfechas a ambas con mi enorme polla curtida en mil batallas.