Lucía está buenísima. Es perfecta. Para recorrer y perderse milímetro a milímetro en su cuerpo desnudo durante horas. Da gusto verla en plena acción, posando para la cámara. Le excita muchísimo saber que sus fotografías son para el público de internet, y que además muchos van a enviarle cartas con propuestas morbosas, picantes, calientes y atrevidas que tiene ganas de recibir.