A esta rubia le encanta echar un polvo detrás de otro con su folloamigo preferido, pero lo cierto es que por motivos de lejanía no pueden verse tanto como quisieran. Así que le ha regalado este consolador transparente, para que sea ella misma quien se de placer y no tenga que buscarse a ningún hombre, y la verdad es que lo hace de maravilla. ¡Da gusto comprobar cómo lo introduce por su coño y donde haga falta con intensidad y firmeza!.