Si hay algo que me ponga cachondo en esta vida es poder disfrutar del coño de mi vecina tatuada. Una morena golfa bastante puta a la que me puedo follar cada vez que se me antoja, y lo hago con unas tremendas cada vez que se me pone delante a cuatro patas, que es nuestra postura favorita. Es una de estas mujeres viciosas a las que en realidad, no les importa cómo ponerse con tal de que le claven una polla hasta el fondo de su culo bien formado. Estamos ante ante una viciosa nata. Aunque bueno, la cuestión es que tengo que hacerlo con cuidado de que no me pille mi mujer, porque a veces se me va la cabeza y me la voy a follar dos veces seguidas en el mismo día y paso bastante tiempo fuera de casa follando con la chica.