Mi nueva vecina María está buenísima, tan sólo hay que mirar las fotos para contemplar su increíble cuerpo desnudo. Como es muy tímida me ha pedido que le hiciera fotografías sin que se le viese el rostro para conocer qué opinan los hombres de ella. La verdad es que excita contemplarla con esa lencería negra que le sienta genial en su cuerpo y, por supuesto, de qué manera tan increíble se moja en la ducha como una auténtica guarrilla con ganas de sexo.