Tengo una profesora inglés particular, que viene a mi casa a enseñarme un poco del idioma. Desde el primer día que la vi, y esto se debe a que tengo una magnífica suerte, me puse caliente y perro, deseando follar con ella. Pasaron los meses, y claro, esto solo se quedó en una inocente fantasía de un chaval salido que está deseando poder tener sexo con una mujer que le saca unos años… Pero pasaron unos días y me di cuenta de que me lanzaba miradas furtivas, y lo que quería era follar conmigo. Se me insinuó un día, bajándose un poco la parte de arriba de su vestido, y me di cuenta de que no llevaba ropa interior. De ahí, pasamos a follar justo después. Mi sueño de follar con mi profesora madura se hizo realidad.