Menuda madre caliente que tengo, es una de las suertes con las que he nacido en la vida. Cuando uno tiene a una mujer así a su lado, lo normal es que esté contento y feliz, como estoy yo. La cuestión es que hoy ella se ha comprado sus braguitas nuevas, y me las ha enseñado a mí, que soy su hijo. ¿Y cómo? Pues hemos hecho una gran sesión donde la hemos podido ver desnudándose por completo, mientras se iba quitando toda la ropa para que disfrutara de su cuerpo. No os miento cuando os digo que mi madre está más buena y tiene mejor cuerpo que muchas mujeres de mi edad, es totalmente cierto. Viéndola tumbada sobre el sofá, sin nada de ropa y mirándome, me he puesto más que cachondo. Me han entrado erecciones y ha dejado que me hiciera una paja mirándola fijamente. Cuando se pone cachonda no hay quien pare a una mujer así.