Esta ama de casa madura no para de masturbarse a todas horas. No puede aguantar los picores que siente en el chichi mientras su marido trabaja, así que para autosatisfacerse no deja de darse placer con alguno de los muchos consoladores que tiene en casa. Los orgasmos que consigue se escuchan en todo el edificio, y algunos vecinos se hacen pajas al oirla gemir.