Esta mujer madura está cansada de estar sola. Se divorció hace un tiempo y todavía no se ha follado a nadie desde entonces. Vive sola en su piso y siempre está trabajando, así que no tiene mucho tiempo para conocer a nadie. Un día entrando en su portal se encuentra con un hombre y resulta que le han contratado para que haga chapucillas a los vecinos. Se le ocurre llamarle a su casa para que le cuelgue unos cuadros y aprovechar.

Cuando el tío llega a su casa, le cuenta todo lo que le tiene que hacer y él se pone manos a la obra. Ella no para de observarle mientras hace los agujeros en la pared y se pone muy cachonda. Se saca un poco las tetas y el tío se da cuenta, poniéndose muy cachondo. Es un profesional e intenta ignorarlo, pero no puede. La madura tiene unas tetas tremendas y eso hace que su polla se ponga muy dura. La pone encima de la mesa, abre sus piernas y apartando su tanga empieza a lamer su coño, pasando lentamente su lengua, notando cómo se moja. La madura pelirroja se pone muy cachonda, así que le saca la polla y se la mete toda en la boca, empapándola bien con su saliva. El tío la pone contra la mesa y la empotra con su polla, metiéndosela toda en el culo, follándola duro como ella quería. La pelirroja se pone encima de él y empieza a cabalgarle, saltando rápido encima de su polla hasta recibir toda la leche de un tío más joven que ella.