Paula es una jovencita de pueblo, por lo que entre vecinos se conocen la vida de todo el mundo. Y a la guarrilla no se le ocurre otra cosa que acudir al fotógrafo de su localidad ¡para hacerse fotos desnuda porque quería ser «actriz porno»!. La noticia corrió como la pólvora. A su padre le costó un auténtico disgusto, aunque ya lo va asimilando porque es lo que ella desea.