Lucrecia es una negra que siempre se había acostado con tíos de su país. Sin embargo, quiso probar las pollas blancas y hacerlo por la puerta grande, así que practicó sexo anal con Marcos, un cañero europeo que no paró de darle polla por el culo durante horas. Excita contemplar las posturas que lleva a cabo esta zorra, que no deja de gemir y de vibrar con los orgasmos encadenados que siente, y con los que experimenta bastante placer.