Seguramente no haya una profesión mejor que ser profesor particular de familias ricas, donde puedas ver y disfrutar de mujeres que saltan a la vista que están tremendas, que tienen unos cuerpos que hacen que no te puedas levantar de la mesa porque precisamente tienes una erección de dos pares de cojones, y nunca mejor dicho. De todos modos hay que tener mucha suerte para que una tipa como esta se interese en ti y te diga que si te la follas, que estaría deseando de que le metieras el nabo hasta el fondo ahí en el jardín de su mansión de millonaria mientras sus padres han salido a hacer la compra. Seguramente es lo más morboso que podríamos presenciar e incluso participar todos nosotros.