Ya son unos cuantos años que me vengo follando a mi cuñada sin el permiso de su marido, chicos, y la verdad es que es algo que revive a uno por dentro. Esa adrenalina, ese morbo, hace que uno se sienta más joven y vivo en esta vida mediocre que le ha tocado vivir. Y sí, es verdad es que el sexo levanta pasiones, porque todos los días, cada vez que puedo, estoy probando cosas nuevas con mi cuñada y lo de hoy ha sido lo máximo ya. Me lo propuse hace tiempo y parece ser que al final lo he conseguido: estoy hablando del sexo anal, de cómo después de insistir meses y meses por fin la mujer se dejó taladrar ese precioso culo que tiene, de cómo se la metí hasta el fondo. Seguro que habréis visto buenos culos en vuestra vida, pero os puedo asegurar que para la edad que tiene mi cuñada su culo es una delicia.