No hay nada como ver a una chica experta en mamadas, no hay nada como ver a una conejita como Rachele Richey primero haciendo una buena mamada de huevos para complacer a su chico y después haciéndole lo que vendría a ser la chupada de polla más perfecta que ella haya podido experimentar nunca. Una de esas mamadas que hacen que se te pongan el rabo erecto en menos de cinco segundos, simplemente viendo cómo se va desnudando y abriendo la boca sabiendo su objetivo: que es tu polla. Aunque sin duda, vosotros puede que os estéis fijando en una cosa muy concreta, y es en esa apariencia de conejita que ha decidido gastar la chica para esta escena, una vestimenta que a mí en particular me ha puesto cachondo a tope.