Lorena, Sandra, Alba y Raquel son cuatro amigas muy compenetradas entre sí: tal es el punto de su amistad, que en ocasiones acuden a este sexshop repleto de gloryholes y empiezan a chupar rabos como si de un chupete se tratase. Y es que a pesar de que no tienen los mismos gustos físicos, lo cierto es que no saber quién está detrás de la pared sí las excita a todas para mamar pollas de desconocidos.