Se llama Mary, y le hubiera encantado entrar en el mundo del porno siendo veinteañera, pero lo cierto es que entonces sentía bastante vergüenza, así que ha sido ahora, madurita, cuando se ha atrevido a dar el paso y sacar a la luz sus impresionantes curvas y, fundamentalmente, grandes pechos. Excita ver a la cachonda conquistar a la cámara. El fotógrafo está empalmado, hacía tiempo que no veía a una buenorra así, y es que Mary está mucho más buena que las jóvenes.