Resulta que manejando con el coche me encontré a un buen pibón que estaba haciendo autostop en medio de la carretera. La verdad es que la chica era una belleza, de color de piel mulata y con una cara impresionante. Todo esto acompañado por un buen cuerpo, un culo exquisito. La cosa es que se apoderó de mí mi vena más generosa y decidí sin duda montarla en el coche y una vez dentro la chica no cabía en sí; tenía que darme las gracias de alguna manera verdaderamente efectiva, ¿cómo creéis que me lo agradeció? Pues ni más ni menos que follando conmigo. Así es. Una vez arriba del coche se empezó a quitar ropa. Yo no me lo esperaba así que me sorprendí de sobremanera y mi polla se me puso realmente dura en el acto. No es para menos, teniendo en cuenta semejante nivel de mujer. Me la llevé a mi casa y allí terminamos la follada como dos verdaderos perros.