Aprovechando que los padres de Lina se habían marchado al Caribe, estos viciosos no dudaron en follar y hacer guarradas en el sofá, con la tranquilidad de saber que nadie los iba a molestar. Además de estar dale que te pego durante horas, ella no paró de chupar la polla de su novio una y otra vez mientras saboreaba algo de semen.