Hace tiempo se puso de moda el hecho de que una mujer caliente se comía una polla enorme que salía de una pizza a través de un agujero. Esa idea de escena en concreto, se puso de moda y desde entonces hemos podido ver comer pizzas y pollas a las chicas más guapas que te puedas imaginar. A mí, en concreto, es un fetiche que me atrae y lo quiero compartir con vosotros, para que lo disfrutéis. Además es una rubia que merece todas nuestras atenciones. Lo que en realidad ocurre aquí es que estamos ante una viciosa de cuidado, a la que le da exactamente igual que la polla salga de una pizza o de donde sea, ella solo quiere follar de una manera brutal. Meterse entre sus dientes el rabo más grande que vea, sin pensárselo dos veces seguidas. Como debe de ser.