Esta entrevistadora se llama Maite, y su misión consiste en acudir de casa en casa a hacer encuestas para conocer ciertos aspectos de la vida de la gente. Hoy la afortunada fue Marina, quien aceptó encantada la propuesta. El tema del día era el sexo, y enseguida la conversación empezó a subir de tono paulatinamente, hasta que ninguna de las dos podía aguantar más y acabaron liándose allí mismo, sobre el sofá negro de la casa de Marina dándose lengua con intensidad.