Resulta que me he ligado a una madura rubia que tiene unas tetas increíbles, más que impresionantes. La conocí en un bar un día que salí a dar una vuelta, y desde el primer momento me di cuenta de que era una viciosa con unas ganas tremendas de que un chico joven como yo le pudiera meter la polla hasta el fondo del coño. Si tuviera que destacar algo de esta chica sobre las demás sería su enorme cuerpo tan perfecto, sus tetas más que gordas de las que dejan a uno totalmente loco. ¡Para la edad que tiene, que las siga conservando naturales y tan subidas es una verdadera proeza! La cuestión es que hoy me espera en su casa, deseosa de que se la vuelva a meter muy dura porque ya han pasado unos cuantos días que la he tenido sin sexo. Me espera como una devoradora de hombres.