Para que después digan los desesperados y los perdedores que en el gimnasio no se folla. La verdad es que sí se folla. Y mucho. Lo que pasa es que tienes que saber montártelo bien o ser el típico profesor de yoga buenorro y cachas, como el chico que se folla a esta rubia en las imágenes. Lo que sí que no es normal es que la follada haya sido allí en medio, a la vista de todos y que no se hayan ido a las duchas o al cuarto de baño, aunque sea para follar encima de la taza del váter.