Esta madurita asiática de 50 años recién cumplidos siente predilección por la lencería en color rosa. Y es precisamente con estas prendas con las que logra seducir a Alfredo, uno de sus vecinos que también está casado, pero al que no ha dudado en follarse, pues siempre que ambos coincidían en el ascensor respiraban una tensión sexual, que en esta ocasión han resuelto a la perfección gracias a lo bien que se han compenetrado en todo momento con las mamadas y las folladas.