A Raquel le encanta ser el centro de atención. Es ver una cámara y querer tomar protagonismo. Hacía meses que no se hacía fotografías sexy, y hoy decidió recuperar su ya tradicional «afición»: no dudó en desnudarse y enseñar los pechos, ideales para sobar durante horas. También el coño, perfecto para chupar, y el culo, increíble para taladrar de forma salvaje.