María es una cachonda y divertida madurita que está bastante buena. Le está poniendo los cuernos a su marido con el mecánico del taller del barrio en su propia casa. Hoy lo recibió con una bata en color blanco, y pronto empezó a desnudarse enseñándole las tetas y el morboso tatuaje de alrededor de su ombligo. La guarra cuenta con unos pezones que son una auténtica maravilla, y un coño que parece pedir a gritos una lengua que lo devore.