Navidades es mi fecha del año en que me lo puedo permitir y acabo gastándome una gran cantidad de dinero en lujos y excesos, y uno de mis mayores vicios son, claramente, las putas. No puedo hacer nada para resistirme, me ponen muy caliente, solo pienso en mujeres durante mi día a día. ¡No lo puedo evitar! Me apetecía poder estar hoy con dos mujeres delgadas, cuyos cuerpos me hicieran sentir poderoso. Tras estar un buen rato mirando por Internet, acabé contratando a dos chicas enormemente bellas y no me arrepentí para nada porque además eran juguetonas como ellas solas. Primero me taparon los ojos, y con los ojos tapados empezaron a comerme la polla sin parar hasta que tuve una erección que fue entonces cuando saqué mi parte más guarra y mas follé sin parar durante un buen rato. Di lo mejor de mi para poder complacer a estos dos chochetes que me han costado una buena cantidad de dinero.