Estas amigas toman el sol plácidamente en el jardín, cuando una de ellas se acerca a la otra para echarle crema solar. Pronto salta la chispa entre ambas y comienzan a tontear, hasta que no aguantan más y empiezan a follar como locas. Para disfrutar más aún, sacaron un consolador con el que lograron gozar mucho, haciendo vibrar sus cuerpos.