Vive en un rancho: Esta asiática, que apenas tiene contacto con el mundo, posee un juguete que le da una grata compañía. Se trata de un consolador que usa cada día para calmar los picores que siente en el coño. Rodeada de paja y naturaleza, disfruta de orgasmos que le permiten tener una piel muy tersa y con aspecto joven. De todas formas no pierde la esperanza de encontrar a un macho que le de polla de carne y hueso.