Las lesbianas que aparecen en las siguientes imágenes llevaban años siendo muy buenas amigas, pero lo cierto es que nunca antes se habían enrollado. Hasta hoy. No pararon de jugar con un consolador que una de ellas había comprado en el sexshop del barrio donde vive. Además, están buenísimas: tienen unos cuerpos increíblemente bonitos, y coños depilados que saben a gloria.