Estas asiáticas estaban deseosas de sentir un rabo en sus coños. Así que salieron de fiesta por las calles más céntricas de Madrid, y enseguida conocieron a Manu, un madrileño muy salido que las invitó a su piso. Después de una ducha para calentar el ambiente, follaron como animales. Daba gusto verlos haciendo el amor de esa forma tan salvaje.